El undécimo y penúltimo mes del año vino con sorpresas no tan agradables, desde este viernes 1 de noviembre, las petroleras incrementan el precio de sus productos en un 2,75% en promedio. Según fuentes del Ejecutivo, este aumento responde a la necesidad de compensar la devaluación controlada del dólar.

Como suele pasar en estos temas, los nuevos valores se verán reflejados primero en los surtidores de YPF y luego en las demás compañías que operan en Argentina. Este ajuste de precios se da en un contexto donde, durante octubre, el combustible había registrado una disminución del 1% debido a la caída del precio del crudo. A pesar de esta baja, el costo del TLCAN ha mostrado un aumento significativo en términos anuales.

La cosa no termina acá, además de estos incrementos, el Gobierno de Javier Milei estableció nuevos precios para el biodiésel y el bioetanol, que se producen a partir de maíz y caña de azúcar. Estos biocombustibles son obligatorios en la mezcla con los combustibles destinados al consumo interno, según lo dispuesto en dos resoluciones publicadas en el Boletín Oficial.