El sistema de salud al límite pero siguen las fiestas clandestinas
Durante el fin de semana personal policial de la Unidad Regional IV debió intervenir en encuentros sociales no habilitados
Las personas que trabajan en el ámbito de salud, continuamente remarcan la necesidad de evitar reuniones afectivas y sociales. La idea es evitar contagios y la propagación de un virus que tiene al sistema de salud en jaque. Policías de la ciudad debieron cesar dos encuentros clandestinos durante el fin de semana.
Durante la madrugada del sábado, debieron intervenir dos fiestas en domicilios de la Casilda: Fray Luis Beltrán al 1200 y Cerrito a la misma altura. En el interior, y según dio cuenta el jefe de la Unidad Regional IV, Hernán Ferrero, en diálogo con Radio Casilda, se encontraban más de dos decenas de personas.
"La gente esta candada y nosotros también", comenzó diciendo el Director. Acto seguido, contó como se actuó en cada caso: "Llegamos al lugar donde había mas de veinte -20- personas, se notifican y lo primero que se hace es desarticular, cesar la infracción y después se realizan actuaciones, se le dan aviso a la fiscalía, y continua la tramitación en la justicia".
Entre los datos más importantes que aportó Ferrero, dio cuenta que se trataba de personas "mayores de edad, todos jóvenes". La U.R.IV cuenta con varias personas aisladas, -unas quince- por haber contraído coronavirus, incluso el propio entrevistado hace apenas unos días volvió a la actividad tras dar positivo para esta patología, por lo que cuentan con escasez de personal.
Ferrero es claro y agrega: "El tema es el siguiente, a nosotros se no están desviando muchos recursos en eso -fiestas clandestinas-, nosotros somos pocos y tenemos que cumplir, y tenemos que dedicarnos más a la parte preventiva, no a estas cosas que la gente ya sea como tienen que actuar".
Continúa diciendo que "en vez de realizar patrullajes, hay que acudir a estas fiestas clandestinas, y no es que van un solo móvil, de cuatro que recorren la ciudad, tienen que ir tres, porque si va uno solo pueden agredir al personal, rompen los móviles, te lleva entre dos o tres horas, no entienden, pero bueno, tenemos que dar respuestas a la gente que nos solicita en cada evento".