Carpinchos en Nordelta, ahora también en The New York Times
El fenómeno de los carpinchos en Nordelta llegó a las páginas del diario The New York Times. El artículo, titulado “Una ciudad dice que sí, que se pueden tener demasiados capibaras”, pone el foco en la convivencia entre estos animales y los residentes del barrio privado ubicado en Tigre.
Durante la pandemia, las imágenes de estos grandes roedores caminando entre casas y jardines se volvieron virales. En el exterior, se los conoce como capibaras, y su aparición en uno de los barrios más exclusivos del conurbano bonaerense despertó atención internacional.
Según el diario estadounidense, la población de carpinchos en Nordelta se triplicó en los últimos dos años y ya supera los mil ejemplares. En la nota se describen escenas cotidianas: animales cruzando las calles, pastando cerca de las canchas de tenis o descansando en las lagunas artificiales.
El artículo detalla también los conflictos que genera esta superpoblación. Si bien muchos residentes los consideran simpáticos, también reconocen que provocan accidentes de tránsito, destrozos en jardines y ataques a mascotas pequeñas. Como parte de las medidas de control, se está implementando un programa de esterilización con vacunas anticonceptivas.
El texto incluye el testimonio de vecinos y biólogos, y aborda el debate de fondo: la tensión entre urbanización y naturaleza silvestre. Una vecina señala: “Es un animal salvaje que se vino a vivir a la ciudad”, a lo que su pareja responde: “No, la ciudad vino a instalarse donde estaba el animal salvaje”.
Los carpinchos, que pueden pesar más de 50 kilos y viven en grupos familiares numerosos, necesitan cuerpos de agua cerca para vivir. Aunque pueden adaptarse a distintos ambientes, su hábitat preferido son los humedales. En zonas como Nordelta, su comportamiento y expansión obligan a repensar los límites entre lo urbano y lo natural.
En Argentina no existen criaderos autorizados de carpinchos. Los que se ofrecen como mascotas son generalmente producto del tráfico ilegal o de la caza furtiva, algo que el Sistema de Información de Biodiversidad de Parques Nacionales ya alertó en diversas oportunidades.