No se quiso perder el clásico y apeló a un método ingenioso para disimular ampollas
Danilo Radrizzani es sinónimo de Alumni. Capitán, referente y símbolo. En la semana previa al partido de la última fecha contra Unión Casildense, el volante de quite renegó con una dolencia muy usual entre los deportistas. Tenía ampollas que se habían reventado y le impedían utilizar el calzado adecuado para el juego del domingo. Sin embargo no se lo quiso perder.
El mediocampista tenía lastimaduras muy evidentes en ambos talones. El roce de cualquier tipo de tela le estaba provocando dolores inaguantables. Así que “inventó” una forma de liberar esa zona y poder decir presente en el Nuevo Parque Casado.
¿Que hizo? Literalmente, rompió los botines que utiliza habitualmente en la parte trasera. Les hizo dos agujeros de manera rudimentaria, de modo que el dolor sea un poco más llevadero.
En la previa al match ya se había que Radrizzani tal vez no completara los noventa minutos, sin embargo la pasión pudo más y hasta finalizó con festejo. En zona de vestuarios, el mismo ‘Sapito’ le contó a Ezequiel Tombolesi, periodista de ‘Crónica Deportiva’ como había hecho para jugar.
Más tarde, su historia también se hizo viral a través de la redes sociales del club Alazán.