El abismo de los planes de ahorro en tiempos de inflación
Las concesionarias alegan que es una forma válida hoy para acceder a un auto 0 kilómetro. Pero organismos oficiales confirman que las reglas no son claras, que abunda la letra chica y se confunde al consumidor, que termina entrampado en un compromiso muy caro.
El plan de ahorro es una de las alternativas más utilizadas a la hora de acceder a un 0 kilómetro en la Argentina. La posibilidad de pagar un vehículo en cuotas por varios años seduce a los consumidores que no cuentan con todo el dinero en efectivo para hacerse del bien y los lleva a firmar contratos que, muchas veces, desembocan en denuncias o estafas.
Tanto la Defensoría del Pueblo de la provincia de Santa Fe, como la Oficina del Consumidor del Concejo Municipal muestran preocupación ante la persistente vulneración de derechos de los consumidores por parte de las empresas que otorgan planes de ahorro para automóviles. Ambos organismos coinciden en que que estas firmas suelen incurrir en el incumplimiento al deber de informar, de los plazos de entrega, prácticas abusivas y publicidad engañosa.
“Son numerosas las consultas respecto del aumento del valor de las cuotas. Notamos que no existe una información clara por parte de los vendedores respecto de la modalidad de composición de la cuota pura, la cual, si bien no tiene intereses, se actualiza mes a mes tomando como referencia el valor de la unidad ahorrada”, explicaron a RosarioPlus desde la Defensoría, al indicar que en este caso no se cumple el deber de informar correctamente a la ciudadanía.
“Hay que tener en claro que los planes de ahorro son manejados por sociedades dirigidas por la fábrica automotriz, y por eso cada marca tiene su plan. Los contratos de los planes de ahorro son todos iguales y están habilitados por la Inspección General de Justicia (IGJ). Son contratos de adhesión que vayas a donde vayas no difieren”, sostuvo por otro lado Daniel Hiaye, director de carrera de la Oficina del Consumidor.
“Una de las mentiras más comunes que suelen decir las concesionarias es que hay entrega inmediata a la tercera cuota. Eso no se puede asegurar porque la única forma que tiene el plan de ahorro de adjudicar es por sorteo o por licitación, que suele ser con un año de cuota y más, donde el que más ofrece se lo lleva”, advirtió Hiaye. “Hoy la cuota de un plan es el 1.6% del valor de lista del auto y si el mes que viene el auto aumenta un 100%, la cuota aumenta 100%. Está hecho para economías mucho más estables que la nuestra, pero también todo el mundo cae en el plan de ahorro porque sabe que es una de las pocas formas que tiene de conseguir un cero kilómetro”, completó.
Ventas con planes de ahorro
De acuerdo con los datos de la cámara de los concesionarios, en noviembre de 2021 se inscribieron 18.160 prendas, de las cuales 11.514 se correspondieron con operaciones con vehículos 0km, mientras que las 6.646 restantes se hicieron sobre vehículos usados. El mercado automotriz vive un muy buen momento a pesar de las crisis: en el comienzo de 2023 en enero se patentaron en el país casi 45 mil unidades y en febrero la cifra fue de 30 mil.
La venta de autos cerró el 2022 con 407.532 unidades patentadas, un crecimiento de 6% frente al año anterior. Sobre ese total, el mercado de créditos prendarios tuvo una participación de 36%, es decir, 147.680 prendas en 0km. Del total, la mayor participación se la llevan los planes de ahorro, con un 55,3%, mientras que el segundo lugar es para las financieras de automotrices, las cuales le ganan mercado a los bancos y cerraron con un 28,1 por ciento.
Cómo funciona el sistema de ahorro
Los planes de ahorro tienen una principal ventaja: habilitan a pagar un auto en cuotas durante 84 meses en grupos de 100 o más participantes. Estas cuotas son variables y todos los meses se recalculan dividiendo por 84 el precio actualizado del vehículo, ya que el sistema respeta el precio de lista oficial que recomiendan las automotrices.
Entonces, si bien se evitan sobreprecios, porque los concesionarios están obligados a respetar el valor oficial del modelo en cuestión, se trata de una herramienta que es muy sensible al precio. Por esta razón, dada la alta inflación acumulada durante 2022 y la que ya se asoma en 2023, la cuota aumentó en ese lapso entre un 50 y un 80%, teniendo en cuenta los precios de lista que ofrecen las automotrices.
Otra de las dificultades que tiene el sistema es que, ya sea en compras al contado como aquellas que se hacen a través de un plan de ahorro, sufren en la actualidad el mismo problema: la demora en la entrega de las unidades. Y es que, dependiendo la marca y el modelo, según la Cámara de Comercio Automotor (CCA, entidad que nuclea principalmente a los vendedores de autos usados), hay demoras de hasta ocho meses desde que se ejecuta la compra hasta la llegada del vehículo.
El concesionario Jorge Pesado Castro defiende el sistema. En diálogo con este medio, dijo que el plan es una de las opciones que hay en este momento, como en otras oportunidades de este país, donde el costo financiero resulta elevado. “En este momento tenemos altas tasas de inflación y pocos autos por la falta de dólares, por lo cual para acceder a un bien muchas veces se elige el autoplan como una posibilidad y por eso en estas condiciones se vuelve favorable”, adujo.
“El plan de ahorro tiene la virtud de que el precio del vehículo es el de lista, no puede moverse ni para arriba ni para abajo, es el precio público de las terminales. Los ajustes pueden ser un poco duros porque los automotores están aumentando entre un 5 y 6%, entonces cuando se toman tres o cuatro meses, uno dice que la cuota aumentó un 20%, pero siempre se está pagando el mismo porcentaje de auto”, explicó el empresario.
Sobre las denuncias por no cumplimiento en las entregas señaló que hay faltante de autos, no en todos los modelos, pero que todas las marcas están con dificultades, simplemente porque “son autos importados y el control cambiario que impone el Gobierno genera estos incordios. Sin embargo alegó que desde el comienzo de 2023 la tendencia logró revertirse en base a un esfuerzo conjunto entre las terminales y los concesionarios que decidieron sacar autos de la venta convencional para cumplir con las adjudicaciones de los planes.