En vivo desde la localidad de 9 de Julio, la periodista Alejandra Berrondo entrevistó al Padre Juan Ramón, quien desde su lugar de hombre de fe sigue acompañando a la familia de Loan Peña. En medio de su exposición tuvo duras palabras hacia los principales sospechosos de la causa y aseguró que en la provincia vecina todavía hay una mirada despectiva y menoscabo hacia quienes menos tienen.

Si bien actualmente el cura está radicado en la localidad de Goya, conoce al pueblo de 9 de Julio porque su crianza se dio allí. Además, es una persona que entiende los usos y costumbres de los correntinos. Un territorio guiado por la veneración hacia los santos. Como sucedió en el almuerzo previo a la desaparición del pequeño.

Respecto de la hipótesis que maneja, el Padre confesó: “Se trata de una estructura corrupta, que voy a repetir siempre, de una estructura oscura, que gobierna nuestra provincia, y te diría que también amparado a nivel nacional, porque en vez de blanquear determinadas situaciones, más se oscurece”.

En ese punto puso en tela de juicio la manera en que se manejó el caso desde un principio. Con funcionarios legislativos y judiciales regados de sospechas. Más una actuación paupérrima del Ejecutivo a cargo de Gustavo Valdés. “Uno se siente como desprotegido. Tenemos esperanza de que aparezca, pero a la vez también tenemos incertidumbre y ese dolor en el alma por decir ‘los que nos cuidan son los mayores encubridores’”, manifestó.

Al mismo tiempo, dijo que está habiendo “un gasto desorbitante” en la búsqueda y todavía no se vio ningún resultado positivo. “Y son protegidos estas personas, que dicen, declaran y todos mienten. Es una mitonomía, son mitómanos compulsivos”, amplió.

Las declaraciones de Juan Ramón se tornaron aun más valiosas e influyentes cuando adujo: “El atraso que tenemos como pueblo, quedó al descubierto. Loan es un chico que tiene un don muy grande, que puso en descubierto muchas cosas, y sobre todo esa precariedad con la que vivimos en todos los aspectos. Todos los derechos básicos de los derechos humanos, vulnerados y corrompidos”.

El cura correntino es misionero, lo que lo llevó a recorrer muchos rincones del país. Aunque no deja de asombrarlo la precariedad de su pueblo natal. Algo que contrasta con lo que suele escuchar en los medios nacionales o las creencias populares. A su juicio, hay una desproporción inusitada entre los sectores sociales que conviven en la provincia mesopotámica.

No existe la conectividad entre pueblo y pueblo, los colectivos pasan una o dos veces en la semana, en hospitales tenemos edificios, pero no hay médicos, o hay un médico que hace de todo. Cuestiones que facilitan que personas con un rango económico un tanto más alto, se abusen de las minoridades, de las personas vulnerables”, reflexionó el entrevistado.

Más adelante en su interlocución, el Padre cuestionó: “Muchas veces nos enojamos porque un pobre recibe un plan social o porque unos chicos toman cerveza en una esquina. Los multimillonarios toman los champán con la plata del pueblo argentino. Ahí nadie critica”.  Y agregó que se mira de reojo al más vulnerable por tener un celular, pero se aplaude al que te llena la cara de polvo con su camioneta 4x4.

En medio de tanto dolor, Juan Ramón sólo clamó por un mensaje de alivio para la familia Peña. “El problema es del corazón de las personas que son responsables de la desaparición. Son corazones malditos y endemoniados, que ojalá Dios los toque, que el Espíritu Santo los ayude y ellos puedan hablar y decir lo que pasó con Loan. Si está vivo, si está muerto, pero que hablen y que digan la verdad”, cerró.