Juego ilegal: todos a casa y el abogado valijero espera la citación fiscal
Sigue pendiente de avance la pesquisa sobre el negocio de apuestas clandestinas, y quienes colaboraron en la estructura de sobornos y lavado de dinero que rodeaba al capitalista del juego, Leonardo Peiti. El rol clave de un abogado y ex funcionario.
La investigación sobre juego clandestino que desató un tembladeral en la política y la justicia santafesinas parece haber entrado en fase de hibernación. Porque en las últimas semanas recobró la libertad el ex jefe de los fiscales rosarinos, Patricio Serjal, y también el capitalista del juego ilegal, Leonardo Peiti, que regresó a su casa en libertad condicional. Pero además, todavía está en ciernes la citación a otros miembros involucrados y cercanos a Peiti, para su posible imputación en cuanto al pago de coimas y lavado de activos, como el abogado Aníbal Porri.
Existen capturas de imágenes de videovigilancia y grabaciones que demuestran el pago de sobornos de Peiti al ex fiscal Gustavo Ponce Asahad, donde Porri oficiaba como chofer y acompañante del principal imputado en la megacausa. Esos elementos obran en manos de los fiscales Luis Schiappa Pietra y David Edery, para avanzar sobre otros miembros de la organización ilícita. Sin embargo, las últimas novedades solo han sido excarcelaciones de los principales imputados.
Ponce Asahad, al asumir su responsabilidad en esa cadena de coimas, apuntó todo a Peiti, con el detalle de que era Porri "el valijero" que tenía contacto con el dinero que el capitalista de juego recaudaba. De las escuchas obtenidas en la instrucción de la causa, se escucha a Peiti estimar que el negocio de apuestas para el que buscaba la aprobación oficial superaba los 1200 millones de pesos mensuales.
Las escuchas a los teléfonos de Peiti se frustraron el día que Porri y el empleado judicial Nelson Hugolini le advirtieron que sus líneas estaban pinchadas y que, por lo tanto, le convenía dejar de usarlas. Eso fue el 6 de julio de 2020.
Porri supo desempeñarse como asesor letrado de la Guardia Urbana Municipal, fue tesorero del Colegio de Abogados y asesor en el Sindicato de Trabajadores Municipales de Rosario. Hacía las veces de mandadero de Peiti. Según declaró Ponce Asahad, había hecho el contacto entre él y Peiti para concretar el pago de un soborno, y en ocasiones fue él mismo quien trasladaba el dinero, función que suele denominarse como la del "valijero". Ese trato se concretó a la vuelta del domicilio del ex fiscal, en el pasaje Rosales (9 de Julio al 2000).
En sus declaraciones, el ex fiscal Ponce Asahad mencionó a Porri directamente como "testaferro" de Peiti en Sablé Paris. También lo vincula al ex comisario Gonzalo "Chino" Paz, ex jefe de la Unidad Regional de San Lorenzo, quien pidió su pase a retiro luego de ser mencionado en la causa Alvarado (dice que le sacó una cédula azul para que le maneje la camioneta). De acuerdo con las declaraciones que ya existen en el expediente, el ex comisario mayor Paz utilizaba una camioneta Toyota Hilux y una coqueta vivienda en Fisherton, ambos bienes propiedad de Porri.