Bruno Chiavero volvió a Casilda: está internado en el San Carlos
El bebé que nació con espina bífida y fue operado seis veces en Rosario regresó con su mamá a Casilda. Cuando estén dadas las condiciones, tendrá una internación domiciliaria
La historia de Bruno Chiavero conmueve desde hace tiempo a la región. Desde su nacimiento, su vida ha sido angustiante pero esta etapa le trae un poco de alivio al pequeño de ocho meses, que nació con espina bífida, y también a su familia. Este miércoles fue trasladado junto a su madre, desde Rosario a Casilda. Eso implica que la complejidad del tratamiento ya no es tan alta y además, puede tener cerca a su círculo íntimo.
Soledad, su mamá, habló con Radio Casilda desde una habitación del hospital San Carlos, mientras Bruno quedaba bajo el atento cuidado de su abuela. "Estoy re contenta. Estoy con Bruno, y mis otros dos hijos que no se querían despegar de él", marcó, sobre el regreso a Casilda. El bebé "está bien, con una sonrisa", resumió. "Lo más importante es que salió de una batalla fuerte que tuvo hace poco", resaltó la mujer.
Ahora que su hijo volvió a la ciudad, Damián Chiavero busca un hogar acorde a los pasos que debe seguir su recuperación. El lunes, el papá del nene participó de una mediación con los integrantes de la cartera de Desarrollo Social del Municipio para coordinar las ayudas que puedan brindarle. En principio, hablaron de abonar los primeros seis meses del alquiler de una nueva casa.
Bruno requiere de internación domiciliaria para seguir evolucionando. Al tener las defensas bajas, los virus hospitalarios lo afectaron cuando estaba en el hospital Provincial de Rosario. Hace algunas semanas sufrió incluso dos paros cardiorespiratorios luego de padecer varias infecciones pero es un bebé fuerte y pudo salir adelante.
Por el momento, comienza a levantar su cabeza, hace los gestos usuales de un bebé y recuperó peso. Suma 9 kilos. Antes se alimentaba mediante una sonda por donde pasaba la leche, pero hace días le colocaron un botón gástrico para que también pase la comida.
Mientras Bruno mejora en una habitación del hospital San Carlos, su familia continúa luchando para conseguir una casa acondicionada para que continúe allí sus tratamientos. Su padre y el municipio avanzan para llegar a un acuerdo en torno a ese objetivo.