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De las diez personas que resultaron heridas en distintos accidentes ocurridos durante el vendaval de viento y polvo de ayer, dos permanecen internadas en terapia intensiva del hospital San Carlos, y su estado de salud es delicado.

Se trata de las consecuencias de choques y despistes que sucedieron sobre la ruta S-26 -a tres kilómetros de las vías, y en el trayecto Casilda Fuentes, donde un micro chocó de frente con un camión- y cerca del peaje de la ruta 33.

El paciente más complicado es un joven de 22 años, chofer del ómnibus que chocó. Este empleado de la empresa de transporte El Puma fue operado y se aguarda su evolución. El vicedirector del hospital, Paulo Rubio, dijo este jueves que el chofer "es el herido más grave que tenemos. Fue intervenido en los medios inferiores. Permanece en terapia con respirador, y su pronóstico es reservado".

El otro paciente que continúa hospitalizado es un hombre de 83 años, que protagonizó un accidente en la ruta 33, mientras conducía su auto. Él se había detenido por precaución ante la nula visibilidad que produjo la tempestad de polvo, y en esas circunstancias otro vehículo lo chocó, aunque a una velocidad leve. El anciano -su identidad no fue suministrada- sufrió un traumatismo tóracoabdominal. "Ingresó a terapia intensiva, está estable y se controla su evolución. Es probable que durante del día pueda pasar a la sala", señaló Rubio.