La final menos pensada en el Torneo Apertura
Alianza Deportiva y Unión Deportiva jugarán para saber cual es el mejor elenco de la primera parte del año. El Naranja necesitó de los penales para imponerse a Belgrano, en tanto que el Rojo dejó enmudecido al Cemento
Los dos grandes favoritos que tenía el fin de semana en la previa, se quedaron afuera. Alianza y Unión Deportiva armaron su propio festival en Arequito y Chabás, respectivamente. Dos elencos con presupuestos menores se enfrentarán para definir al ganador del Torneo Apertura y tratar de asegurarse un puesto en la final anual.
El Naranja de Fuentes debió sufrir y esforzarse hasta las últimas consecuencias. No hizo un buen planteo y se vio desbordado por el local, que se lo ganó por 2-0 de la mano de Ezequiel Lazo y Alberto Marino. Eso hizo que la definición se trasladara al punto penal. Situación en la cual, la visita resultó más efectivo.
Serafini marró para Alianza y Petrich se lo tapó a Nico López. En tanto que, en el Azul fallaron Vocos, Nardone y Del Giorno. Éste último erró el decisivo y le permitió a los jugadores de Mauro Barchiesi llegar al éxtasis.
Si lo de los fuentesinos en Arequito fue hazaña, ni que hablar lo de Unión Deportiva en el mismísimo Cemento. Por tercer serie consecutiva, los de Sciretta definieron su suerte con éxito fuera de casa. Nicolás Zencich rompió el blanco a los treinte minutos de juego y puso a prueba a los de Roberto Casadei. El León se mostró falto de reacción y en una contra, que incluyó polémica, el molinense lo liquidó con un derechazo inapelable de Nicolás Brahim.
El cierre fue bochornoso, porque el público local se trenzó con el banco de suplentes de Unión Deportiva y Federico Cuello lo dio por finalizado por falta de garantías en la seguridad. Posteriormente, las corridas continuaron en zona de vestuarios e inmediaciones del estadio.
Lo concreto es que la final la disputarán fuentesinos y molinenses, dos elencos que no figuraban en los planes de nadie. No por sus capacidades, sino porque el torneo presentaba elencos de alta calidad que no supieron brillar en el campo de juego.