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Alrededor de un centenar de comerciantes se hicieron presentes el lunes por la mañana en el hall del Palacio Municipal para pedir por la pronta reapertura de sus locales. Argumentando que la situación económica es apremiante y en el calendario aparece una fecha de relevancia como es el Día del Niño. El Ejecutivo tomó cartas en el asunto y el horizonte de volver al ruedo parece inminente.

Debido a la gran afluencia de personas que asistieron al encuentro con el Intendente y su gabinete, la charla tuvo que ser divida en dos tandas. Un primer grupo ingresó a al Salón Dorado y, a continuación, lo hizo el siguiente. 

Los responsables de comercios no esenciales esperaban poder abrir sus puertas a partir de esta segunda semana en fase 1, pero con la curva de contagios todavía en un lugar peligroso, daba la sensación de no haber aval de parte de las autoridades sanitarias. Sin embargo, el camino se fue allanando a partir de las charlas que mantuvieron con los especialistas.

Por otra parte, los empresarios trataron de explicar que los nexo epidemiológicos que se observan no están asociados a personas que hayan asistido a comercios. En tanto que las autoridades de la ciudad explicaron que no es algo "contra ellos" sino que también hay actividades individuales y servicios que están vetados por lo que implica esta fase de aislamiento. 

Lo concreto es que el municipio luego tuvo una charla puertas adentro y definió pedir la autorización al Gobierno Provincial para flexibilizar la apertura de los comercios. Se daría a partir del miércoles. El Intendente, Andrés Golosetti, fue quien lo hizo saber y expresó: "No diría que vamos a normalizar, pero vamos dar a lugar a algunas reaperturas del comercio en general". Las horas siguientes serán clave para conocer de qué manera se dará y cuales rubros estarán incluidos.