La preocupación de los jardines maternales tras muchos meses de inactividad
Los jardines maternales de la ciudad e Casilda, al igual que la mayoría en a provincia de Santa Fe están pasando un momento realmente preocupante. Desde que comenzó la pandemia no pudieron trabajar y los gastos que deben hacer frente, no cesan.
Gabriela Zachino, titular del jardín Rayito de Sol, comentó al aire de Radio Casilda que presentaron ante el Concejo Deliberante de la ciudad un protocolo sanitario para que llegue de alguna manera al gobierno provincial, con la idea y el objetivo claro de poder volver al ruedo.
"Desde el 16 de marzo tenemos las puertas cerradas tanto nosotros como los demás jardines maternales de Casilda, tratando de subsistir que no es nada fácil", relató la entrevistada. Teniendo en cuenta los tiempos que corren, diagraman actividades o venta de pastelitos con la intención de hacerse de unos pesos.
"Por ahí tenemos la colaboración de algunos padres que se acercan y venden como también gente conocida. Uno pone la publicación y como es de publico conocimiento lo que está pasando, todos colaboran y a nosotros nos suma demasiado y eso nos ayuda a pagar los gastos que tenemos", detalló Zachino.
El gobierno provincial tendió redes y otorgó ciertos beneficios para que puedan palear la situación, aunque al parecer las cosas no parecen ser tan fáciles. "Accedimos a subsidios, hemos recibidos dos de montos no tan elevados y han servido para subsanar algunas cuestiones, como lo es el pago del alquiler y de sueldos a algunas de las docentes que tenemos trabajando", comentó, y sumó: "Te imaginas que es tapar el sol con el dedo en estos momentos, es muy difícil y preocupante".
El protocolo en sí
"Se ha presentado un protocolo sanitario, lógicamente para resguardar la vida de los pequeños y las docentes que trabajamos", indicó. Como referente de la entidad asegura que "es más, uno trata de poner lo mejor, brindar lo mejor y contenerlos".
Sobre todo porque "tenemos mucha familias donde mamá y papá trabajan y tienen abuelos de edad avanzada y no pueden estar al cuidado de sus nietos, y esto hace a que permanente estén llamando y consultan cuando abrimos, por eso estamos viendo esa posibilidad de mantener horarios reducidos, de distintas maneras, con protocolo de higiene y limpieza entre turno y turno".
La base está en "un protocolo de la provincia de Santa Fe" y charlas que han tenido con "chicas de la provincia de Córdoba que están en la misma situación", adaptando formas a lo que Casilda pueda necesitar. Según definió, "tratando siempre de preservar todo lo mejor posible la higiene del espacio, de los juguetes de los niños, que por ahí es muy difícil porque es todo de contacto y de manipular".
"Trabajaríamos con grupos reducidos de cinco o seis niños -cuenta Zachino-, divididos en dos mesas de tres y tres, con una docente y en un horario de unos cuarenta minutos. Después se pasaría a otra actividad contando con alcohol en gel, lavandina, máscaras, barbijo, y estarían unas dos horas, donde se irían rotando luego a otra actividad o espacio, teniendo en cuenta la prevención", concluyó.