La querella contra Zitelli: "No quiere mirar a la cara a sus víctimas"

En los primeros meses del 2017 se celebró la decisión de la Justicia de elevar la causa contra el ex sacerdote casildense, Eugenio Zitelli, y otros trece ex policías, a quienes se los acusa de delitos de lesa humanidad. A más de una año de conocerse esa resolución, las audiencias todavía no pudieron ponerse en marcha y el Tribunal Oral Federal 2 de Rosario volvió a concederle a defensa una postergación.

El juicio debía comenzar este jueves 15 de marzo, aunque por dos cuestiones en particular se decidió esperar hasta el próximo 5 de abril. La parte querellante considera que dichos asuntos “eran perfectamente salvables”. Por un lado, la defensa de Zitelli -uno de los imputados- requirió aguardar los resultados de la última pericia médica que se le realizó al ex capellán. Además, dos de los tres jueces que integran el tribunal se verán involucrados en otras audiencias ese mismo día.

Gabriel Durruty, abogada de la Asamblea Permanente de DDHH, habló con Radio Casilda y remarcó: “La lectura que nosotros hacemos es que él no quiere estar sentado en la sala de audiencia y mirar a la cara a sus víctimas. Desde que se supo que se elevaba la causa estuvo buscando la forma de no presentarse”. A Zitelli se lo imputó por privación ilegítima de la libertad y por integrar el grupo de tareas que llevó adelante el genocidio en la última dictadura cívico-militar. Hay 152 víctimas que estarían dispuestas a declarar en su contra. Entre los cargos que pesan sobre el párroco, se lo acusa de ser parte fundamental en el homicidio de Eduardo Bracaccini, aunque la Cámara de Apelaciones rechazó ese pedido por falta de pruebas.

Más allá de la frustración por la mala noticia, el Espacio Juicio y Castigo, integrado por diversas organizaciones sociales y políticas, defensoras de los derechos humanos, se concentrará mañana frente al edificio de los tribunales de Rosario.