La sospecha de un entregador local detrás de la ola de robos
La fiscal Luna baraja la sospecha de que hay colaboración local y acceso a las comunicaciones policiales en una saga de asaltos que preocupa en Casilda
La policía local investiga una serie de robos cometidos en Casilda durante los últimos días, signados por un factor común: los ladrones demostraron saber con pelos y señales todo lo necesario para consumar su golpe con eficacia y marcharse sin riesgo de ser atrapados. Lo que se dice, delincuentes con un buen asesoramiento de inteligencia previa sobre sus presas.
Los investigadores de la Unidad Regional IV profundizaron la sospecha luego del asalto al gerente de la sucursal del banco Macro, en Lavalle y Fray Luis Beltrán. Fue el tercer atraco en un mes que guarda característica similares con los otros cometidos en esos días. Antes había sido el turno de la joyería Cantarini, y luego una vivienda familiar de Ovidio Lagos al 2900.
Delincuentes encapuchados y con armas, lugares donde hay dinero y joyas, violencia contra los propietarios de los lugares, movimientos que evidencian conocimiento del terreno, fugas rápidas, son algunos de los puntos de coincidencia entre los hechos.
En diálogo con Radio Casilda, la fiscal Marianela Luna dijo que el domingo, luego del robo al funcionario bancario, se reunieron con autoridades de la seguridad en Rosario “para tomar líneas investigativas concretas”, reveló.
La representante del Ministerio Público de la Acusación (MPA) dijo que no descarta la posibilidad de que sean personas llegadas desde Rosario las que están cometiendo este tipo de delitos “pero sin dudas que hay gente de Casilda inmiscuida”.
Una de las preocupaciones mayores es que tampoco descartan que los delincuentes “puedan haber accedido a la frecuencia policial” (sistema de comunicación VHF)”.
Se trata del sistema de comunicación interno que tienen las fuerzas. Accediendo al mismo, se pueden conocer todos los movimientos de las fuerzas.
Luna señaló que en la investigación que llevan adelante tienen “puntos muy claros”.
En cercanías de los lugares donde ocurrieron estos últimos hechos no hay cámaras de video vigilancia, y ese es otro punto que aparentemente conocen los delincuentes.
En sabido que en Casilda hay algunos sitios donde no hay cobertura de este servicios o bien los aparatos no funcionan.