El martes por la mañana, tres médicas, una trabajadora social y una psicóloga que se desempeñaban en el Centro de Salud de Barracas-Yapeyú, presentaron su renuncia ante las autoridades municipales. Una situación que obligó al gobierno local a tener que aclarar lo que aconteció. Algunas horas después, desde la Dirección de Salud Municipal fueron muy críticos con la determinación que tomaron estas profesionales de la salud. Sin embargo, hubo respaldo de sus colegas.

Tras los dichos del doctor Nicolás Taraborrelli, director de Salud Municipal, se emitió un comunicado firmado por médicos generalistas de la ciudad de Casilda y los equipos de atención primaria de las Caps Maiztegüi y Alberdi.

Contradiciendo la versión oficial, los profesionales de la salud destacaron “el nivel de compromiso y la dedicación” que prestaron estas personas a lo largo de sus años de servicio. “Taraborrelli desconoce de qué se trata la atención primaria”, dispararon. 

Por otra parte, rechazaron de plano que el aumento de los 112% en los honorarios haya sido significativo para las trabajadoras. Dado que, según los firmantes, todavía se encontraban cobrando un dinero de hasta 50% más bajo que otros empleados. De hecho, remarcaron que no se trató de una renuncia repentina, sino que “las invitaron a retirarse en el medio de un clima hostil”.

Finalmente, apuntaron que estas nueve personas renunciantes se suman a otras tres, de profesión enfermeras, que ya había dado un paso al costado por razones similares. Una de ellas trabajaba en el Centro de Barracas y las dos restantes en Granaderos a Caballos.

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