Santa Fe pide a Nación por las tarifas eléctricas sociales
El ministro Jorge Álvarez mantuvo un contacto con su par a nivel nacional para que subsidie a las instituciones
El aumento de las tarifas de los servicios generó un impacto notorio. Tanto que las autoridades provinciales debieron reaccionar. Durante el Consejo Federal de Ministros de Desarrollo, el representante santafesino Jorge Álvarez esbozó un pedido a Carolina Stanley, la responsable de la cartera a nivel nacional.
En diálogo con Radio Casilda, Álvarez describió su postura. “Por Santa Fe planteé la necesidad de una tarifa social a nivel de instituciones. La provincia bonifica el 50% de la tarifa eléctrica a 1220 clubes, entonces pedimos que Nación haga una quita. Tenemos hogares de niños, de adultos mayores, distintos lugares donde consideramos que es imprescindible una tarifa distinta. La decisión nacional es la de eliminar los subsidios, pero estos lugares merecen una tarifa diferencial”.
La ministra Stanley quedó en brindar una respuesta. Si bien, el propio Álvarez reconoció que concuerda con la quita de subsidios realizada por el gobierno de Macri, discrepa en las formas. Además, pidió contemplar no sólo la tarifa eléctrica sino también la del gas en torno a los comedores comunitarios, cuarteles de bomberos y bibliotecas por citar algunos ejemplos.
La inflación, sumada a los constantes aumentos y las negociaciones gremiales en curso, ha hecho mella en un gran porcentaje de usuarios. Los salarios no son acordes a las subas de los precios.
“Estamos en contacto con municipios y comunas. El monitoreo del ministerio de trabajo no nota disminución en el empleo formal aunque sí en el informal”, agregó el arequitense.
Como dato positivo, el ministro de Desarrollo Social destacó la nueva dirección de proyectos sociales a cargo de Enrique Manjón, la cual responde a la Secretaría de Integración Social. “Me interesaba trabajar en la integración de jóvenes desde el inicio de la gestión. Lo hacemos en las grandes ciudades con un plan integral que tiene un abordaje”. El mismo consiste en reutilizar edificios abandonados para que sean las sedes en donde adolescentes que cometieron delitos se rehabiliten socialmente aprendiendo un oficio, practicando un deporte o desarrollándose culturalmente.