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La esquina de Catamarca y Moreno ofrece un paisaje único y preocupante. En esa intersección hay una pasarela que cruza el Canal Candelaria, que en sus márgenes ve avanzar un enorme cañaveral de unos cuatro metros de altura. Los vecinos de la zona están alerta porque la magnitud de ese bloque natural, le brinda protección a los delincuentes del barrio quienes lo utilizan como una escondite.

Desde Moreno a San Martín, los propios lugareños se encargaron de recortar las cañas, pero desde San Martín a Mitre, nadie intervino y allí se forman cien metros continuos de refugio para malvivientes. "Es un peligro de noche. No hay nada de luz. Los viernes y sábados es lo peor que hay. Es tierra de nadie. Se llena de borrachos y drogados", denunció uno de los hombres que viven en las inmediaciones del lugar.

Además de la inseguridad que genera el cañaveral, preocupa la proliferación de roedores, el contagio de enfermedades y la acumulación de basura que hay alrededor del Canal Candelaria, que si bien dragado, no tiene mantenimiento como sí lo tienen las calles del barrio por donde pasa el camión recolector de la municipalidad.