Durante el último fin de semana, se llevó a cabo una fiesta electrónica en un campo de la localidad de Armstrong. Asistieron más de 1000 personas y una joven de 30 años quedó hospitalizada luego de sufrir una sobredosis de metanfetaminas. 

Frente a esta situación, el municipio local quedó en el ojo de la tormenta al ser acusado de ofrecer habilitaciones truchas, no autorizadas por la provincia. 

Sin embargo, la Secretaria de Gobierno de Armstrong, Daniela Pérez, declaró que la fiesta cumplía con todos los protocolos vigentes necesarios y defendió el accionar de la gestión a la cual pertenece. 

“El empresario armó y presentó una grilla con artistas, en la que observamos que estaba Nick Warren, al detectar que se trataba de un DJ activamos el protocolo de ese tipo de fiestas electrónicas”. Y agregó: “La organización se dio en ese marco, con vallas, con entradas que se sacaban por vía electrónica, con los datos de los miembros de cada burbuja, cumplido todos los requisitos se emitió la habilitación”.

Sin embargo, desde el gobierno provincial aseguran que no está permitida la realización de eventos de esta magnitud y que ya se lo habían advertido a la localidad.