"El daño que hace un femicidio no es solo una vida, destruye todo"
El 10 de mayo se cumplieron seis años del femicidio que dio origen al movimiento Ni una menos. Seis años desde el día en que el femicida Manuel Mansilla decidió terminar con la vida de Chiara Páez.
En este nuevo aniversario, los chicos de Una buena tarde de Radio Casilda tuvieron la posibilidad de hablar con Fabio, el papá de Chiara, quien a pesar del dolor continúa haciendo camino en esta lucha contra la violencia de género.
Al introducirse en el tema, Fabio habló de "sentimientos encontrados" porque el dolor por el femicidio de su hija es imposible de ignorar pero, sin embargo, su muerte ha desatado un movimiento y simboliza una lucha noble, impostergable y que rompe todo tipo de fronteras.
"Uno siente mucha tristeza, un dolor que no se me va a ir nunca en la vida", comentó. "Además, el femicidio de Chiara me mató también a mi mamá que, como abuela, no lo pudo resistir y se entregó, murió de tristeza en una cama".
Y es que los femicidios dejan como resultado familias destrozadas que muchas veces no logran reponerse. Sobre esto Fabio fue claro: "El daño que hace un femicidio no es solamente una vida, destruye todo. Y eso no lo ve nadie, a todos nos matan un poquito".
Después, el papá de Chiara hizo fuerte hincapié en el rol del Estado en esta problemática de la violencia de género que muchas veces, prácticamente cada 24hs, termina en la extrema expresión de machismo que es el femicidio. "Nuestros funcionarios vienen marcha atrás con todo esto”, afirmó. Y agregó: "El Estado realmente tiene abandonadas a las víctimas. Es más importante el asesino que las víctimas".
Chiara
Chiara tenía 14 años y era una chica solidaria y comprometida. Estaba embarazada y había decidido seguir con ese embarazo. La noche del sábado 9 de mayo de 2015 les dijo a sus amigas que iba a encontrarse con su novio y no supieron más de ella. Al día siguiente, mientras toda la localidad de Rufino la buscaba, su novio confesó el femicidio.
El femicida
Se llama Manuel Mansilla y fue condenado a 21 años de prisión por el femicidio de Chiara. "La mató por ser mujer, la mató a golpes, la enterraron, la taparon, taparon huellas, escondieron los celulares", relata Fabio Páez cuando es consultado por esta parte de la historia. Además, Manuel participó de la búsqueda y hasta organizó un asado familiar que llevaron a cabo a metros de donde estaba enterrado el cuerpo de Chiara.
Sobre su condena, Fabio expresó que "teóricamente está preso, pero te esconden todo. Hace un tiempo atrás me encontré con que tiene redes sociales, que ha tenido una torta de cumpleaños, o sea que posiblemente ha salido y hasta tiene una novia. Ese asesino ha tenido salidas". Y con preocupación agregó: "El juez de primera instancia dijo que no mostró arrepentimiento. ¿Cuánto puede tardar esta bestia en volver a agredir a una chica?
¿Cuánto puede tardar?
La reflexión de Fabio es clave para pensar en la vital importancia que tiene el sistema judicial en la lucha contra la violencia de género y en la garantía al momento de buscar justicia por los femicidios. Es inadmisible que un femicida con condena firme acceda a salidas transitorias y a cualquier otro tipo de beneficios. Es inadmisible que la familia víctima viva con miedo y con la posibilidad de cruzarse en la vía pública con el hombre que les destruyó la vida. Seis años son seis segundos cuando se extraña a una hija, cuando se necesita a una amiga, cuando se busca entender cómo pasó. El tiempo no pasa cuando se busca consuelo y, sin embargo, seis años es una condena de seis siglos cuando las respuestas de la justicia dejan sabor a nada.
Escuchá la charla completa con Fabio Páez acá: