El caso de Palermo destapó la denuncia de una violación múltiple de rosarinos
La violación grupal que trascendió el mes pasado en Buenos Aires activó la decisión de una joven rosarina para poder expresar y denunciar ante la Justicia a tres compañeros suyos de Narcóticos Anónimos, que abusaron de ella durante un encuentro de esa organización en Córdoba. Mientras espera el avance de la causa, ella habló con RosarioPlus.com para hacerla visible.
El caso de la joven abusada por seis hombres en un vehículo en el barrio de Palermo despertó un recuerdo dormido en Vicky, una joven rosarina que finalmente se animó a denunciar penalmente a tres hombres por abusar sexualmente de ella durante un encuentro de Narcóticos Anónimos en noviembre pasado, en el hotel Portal del Lago de Villa Carlos Paz.
Luego de ver en las redes sociales el caso que estremeció al país por el ataque sexual de seis hombres a una chica en el interior de un auto, el 28 de febrero, a Vicky le volvió un recuerdo que tenía reprimido en el fondo de su mente. Se animó a contarlo unos días después a sus amigos, y el domingo siguiente llamó al Teléfono Verde e hizo la denuncia en la Comisaría de la Mujer de Rosario. Es asistida desde entonces por profesionales de aquella línea de asistencia a la víctima de violencia de género, y por su propio terapeuta.
El fiscal Diego Meinero impuso restricción perimetral de acercamiento para los tres hombres denunciados, y la causa penal será llevada a la Justicia de Córdoba, donde corresponde porque el delito se cometió en esa jurisdicción.
Desde que pasó lo de Palermo y se le despertaron los recuerdos, Vicky debió mudarse de domicilio y cambiar de teléfono, y no se anima a movilizarse sola. Dejó de trabajar como docente particular de los tres niveles oficiales de educación. “Tengo miedo que ellos ataquen a alguien de mis seres queridos", aseguró.
“Lo de Palermo me impactó porque me vi en esa chica, por el alto número de violadores. Y esa noche, mientras dormí dije ‘violador’ a mi pareja, y él me lo contó al día siguiente. Empecé a contárselo a él desordenadamente. Me explotó todo junto”, recordó la mujer en diálogo con RosarioPlus.com.
En Narcóticos Anónimos dio a conocer el asunto en varios grupos que integran esta institución internacional que ofrece recuperación de adictos. Tuvo acompañamiento de compañeros y también detractores, pero al momento desconoce si los tres acusados por ella fueron relegados de las funciones que cumplían en esa organización. Hasta donde ella sabe, uno de ellos oficia como tesorero.
En la denuncia, la joven relató con detalles lo sucedido aquellos días de noviembre en el hotel de las sierras cordobesas, donde primero resultó abusada por C. mientras M. esperaba fuera de la habitación. Luego ingresó M. y abusó de ella también. Y cuando llegó el tercero, A., de quien ella recuerda haber tenido una relación de amistad, ella acudió a él con la expectativa de hallar contención, pero este la llevó a otro cuarto. Lejos de calmarla, como ella esperaba, también abusó sexualmente de ella. Vicky contó que ante el shock por semejante situación, atinó a hacerse la dormida, hasta finalmente dormirse. La identidad de los denunciados se consigna aquí solo por una inicial, porque su imputación penal todavía no está firme.
Con la cascada de recuerdos que le vuelven a Vicky desde inicios de marzo, comprendió que esta era la causa de una abundante pérdida de cabello que padece desde hace meses. Relató a RosarioPlus.com su experiencia: “No quiero comer ni hacer actividad física. Dejé de trabajar y no me imagino poder volver, al menos por ahora. El pelo se me cae de a mechones, siempre tuve mucho pelo y ahora estoy casi pelada. Casi no duermo por los recuerdos que me vienen, y no puedo concentrarme ni en ver una película o leer un rato para despejarme”.
“Lo que pasó en Palermo me movilizó completamente, pude reaccionar y ver que me callé por sentir culpa y vergüenza, como si yo fuera responsable de lo que ellos hicieron. Sé que ahora al exponerme los expongo a ellos, y lo que busco no es remuneración económica (su demanda no irá por el carril civil, solo el fuero penal), sino que haya justicia social y justicia penal”, aseguró, aunque entiende que el proceso llevará años.
“Fue una de mis amigas la que me dijo que no era mi responsabilidad, y a medida que lo conté más me lo confirmaron y me corrí de la vergüenza, antes de denunciarlo”, reflexionó la joven.
“Cuando lo publiqué en el Facebook de NA Nacional, otras chicas empezaron a responder que les habían pasado cosas similares, pero yo fui la primera en admitirlo”, aseguró, y analizó sobre cómo fue tomado: “Muchos en NA se enojaron conmigo, me ven como mala agradecida, pero pienso que es porque no dimensionan la gravedad de lo que pasó. Fue una violación. Uno de ellos, C. le dijo a una compañera que yo había disfrutado, y otro de ellos, A. tras el hecho trató varias veces de invitarme a cenar”.
Vicky reconoció que ahora, tras recordar de a poco lo sucedido, se siente tranquila en contarlo “para que otras mujeres que fueron violadas también se animen”. Y aseguró que fue “muy bien contenida, tanto al denunciar en la Comisaría de la Mujer como en la Fiscalía y el Teléfono Verde”. Hoy se siente “rodeada de afectos con la familia que se fue enterando y acompañando en esta visibilización, así como los amigos, y compañeros en NA”.
Apenas sucedidas las violaciones de sus tres compañeros terapéuticos, la salida que buscó la joven fue buscar suerte en otro país. “Averigüé para irme a vivir a Montevideo, y me agarró covid como 12 días. Después pensé en irme a Italia, Uruguay está demasiado cerca, pensaba. Vendí mis muebles porque sólo pensaba en irme”, recordó.
Para Vicky “hoy NA no es un lugar seguro para mí y decidí irme, pero yo debía advertir ahí lo que pasó, porque quiero proteger a mis compañeras y que se controlen estas cosas en la organización”, finalizó.