Débora es la hermana de la víctima de abuso sexual, el caso que conmocionó a la región y que tuvo resolución en el día de ayer. Después del veredicto y de un momento de gran tensión a la salida de Fiscalía, Débora estuvo al aire de Radio Casilda contando cómo su familia atraviesa este momento.

“No sé cómo empezar a explicar lo de ayer, después de dos años fue revivir todo por el tema del juicio. Fue muy difícil, fue como volver al primer momento”, expresó.  “Revivir todo eso fue horrible. Mi hermana todavía no supera eso”.

“Aparte – agregó- por la condición de ella es muy complicado. Además de ser hipoacúsica no puede darse a entender con lenguaje de señas, no se puede dar a entender y no entiende a los demás, por eso fue muy complejo entender todo”, comentó Débora.

Al hablar sobre la pena de los acusados, quienes fueron condenados a 5 años de prisión efectiva, explicó que “por una parte sí estamos conformes porque fueron condenados, son culpables y toda la familia quería que sean culpables y paguen por lo que le hicieron a mi hermana. Ella nunca se va a olvidar de lo que le hicieron, podría haber sido más alta la condena”.

El fiscal a cargo, Emiliano Ehret, va a apelar la domiciliaria para que los acusados vayan a prisión efectiva en la cárcel.  Sobre esto, la hermana de la víctima sostuvo que “nosotros queremos que ellos, a los años que les restan los cumplan en la cárcel, no en sus casas donde hacen lo que quieren”.

Temor durante y después. “Ellos siempre nos dicen cosas en la vía pública, estos dos años fueron terribles, no tuvimos paz”, afirmó.

“Ellos ayer esperaban que el Juez dicte que eran inocentes, al ser todo lo contrario tomaron una represión que fue terrible, hasta los más chiquitos de ellos nos tiraban piedras”, relató. “Además, hay uno de ellos que tiene denuncias por arma blanca y consideramos que tenemos que tener un apoyo o contención por parte de la intendenta, de la gente de Arequito”.

“Nosotros ayudamos a mi hermana por todo lo que le hicieron y terminamos siendo castigados”, remarcó. “Quería hablar con el fiscal para poder tomar unas medidas para que ellos no puedan acercarse, lo que vivimos ayer fue terrible. Yo temo por mis hijos, por mi familia, por todos”.

Ayer, a la salida del lugar, familiares de los acusados lanzaron piedras, increparon a familiares de la víctima a tal punto que la policía tuvo que intervenir exponiendo sus armas.

 “Esperamos que la condena se cumpla en la cárcel, no domiciliaria. Queremos también agradecer todo lo que hizo el fiscal, la policía y la Dra. Luna que nos ayudó mucho, siempre confiamos en la justicia”, cerró Débora.

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