Crimen de Sofía: un homicidio premeditado con roles definidos
La Justicia imputó este miércoles a los cinco detenidos por el crimen de Sofía Delgado, la joven de 20 años cuyo cuerpo fue hallado a la vera de un camino rural de Ricardone, después de 15 días de búsqueda. Los tres hombres fueron acusados de homicidio calificado y recibieron prisión preventiva, mientras que las dos mujeres fueron acusadas de encubrimiento y quedaron en libertad.
En la audiencia realizada en los Tribunales Provinciales de San Lorenzo se imputó a Brian B., Alejandro B. y Eduardo M. por los delitos de homicidio calificado por el concurso premeditado de dos o más personas cometido contra una mujer, mediando violencia de género. En tanto, a Miranda L. y Natalia P. se les adjudicó el delito de “encubrimiento agravado”.
El juez Eugenio Romanini hizo lugar al pedido de la Fiscalía y dispuso la prisión preventiva efectiva por el plazo de 180 días para los tres hombres. Asimismo, las dos mujeres quedaron en libertad con ciertas restricciones (deben fijar domicilio, firmar quincenalmente, constituir un garante personal, además de la prohibición de todo tipo de contacto con los familiares de la víctima).
El fiscal Carlos Ortigoza sostuvo que, “valiéndose de una relación preexistente con la víctima”, Alejandro B. pasó a buscarla con su auto por su domicilio de Francia al 500. Posteriormente, la trasladaron hacia un galpón ubicado en Corrientes al 100 de la localidad de Puerto General San Martín, el cual era propiedad de Eduardo M. Allí la asesinaron por asfixia mecánica.
Con el fin de ocultar el cuerpo, Brian B., empleado del taller, ató de pies y manos a la víctima, la introdujo en una bolsa negra, recubriéndola con un aislante térmico y colocó el cuerpo en una bolsa arpillera de construcción.
El cuerpo de Sofía fue arrojado en una zanja al costado de un camino de tierra en la zona rural, a 700 metros de la curva del Camino de la Cremería, de la localidad de Ricardone.
El rol de las mujeres
A Miranda L. se le atribuyó haber ayudado a Alejandro B. a eludir la acción de la autoridad, alojándolo en su domicilio de Gral. Paz al 1000, de la ciudad de Pergamino. Además, se le secuestraron elementos utilizados en el homicidio: la llave del automóvil utilizado y precintos plásticos.
En tanto, a Natalia P. se le imputó haber colaborado con Alejandro B. en ocultar elementos provenientes del crimen, tales como la insignia del automóvil y las prendas de vestir que el imputado utilizó para cometer el delito.