En marzo de 1979, en el Campeonato Sudamericano de Karting en San Juan, un joven piloto brasileño de 19 años llamado Ayrton Senna mostraba una de sus primeras huellas en el automovilismo. Edgardo Mecozzi, un apasionado piloto arequitense, se dio el lujo de conocerlo y recordó aquel encuentro con quien sería una leyenda de la Fórmula 1 en el ‘El equipo de la mañana’. 

Nos encontramos por primera vez en ese campeonato. Ayrton llegó con motores DAP y el equipo del mismo nombre”, rememoró Mecozzi. Por aquel entonces, Senna era un nombre conocido únicamente en el ámbito del karting, pero su talento ya comenzaba a brillar. Poco después de ese campeonato, el oriundo de Arequito y su padre viajaron a Milán, donde se encontraba la fábrica dirigida por Angelo Parilla. “Estuvimos con Ayrton durante quien días. Fue una experiencia increíble compartir ese tiempo con él”, sostuvo.

El viaje no solo estrechó la relación entre los Mecozzi y Senna, sino que también abrió una oportunidad comercial. El padre de Edgardo estableció contactos con Parilla para importar productos DAP a Argentina. Incluso, durante la estancia en Italia, la fábrica les cedió un karting para participar en una competencia local a modo de prueba.

Ese mismo año 1979, en diciembre, Senna estuvo en Argentina nuevamente para el Campeonato Argentino de Karting, celebrado en el velódromo de Palermo. Sin embargo, no pudo participar debido a su condición de extranjero. La competencia contó con destacados nombres del automovilismo nacional como Henry Martin, “Pejerrey” Belloso, “Tavo” Verna y Gustavo Der Ohanessian, quien se consagró campeón en esa ocasión. Por su parte, Mecozzi finalizó en el segundo lugar de ese prestigioso certamen.

Cinco años después, en 1984, Ayrton Senna debutó en la Fórmula 1 tras haber dejado el karting en 1982 para competir en la Fórmula Europea. Su trayectoria se catapultó rápidamente, llevándolo a convertirse en uno de los mejores pilotos de la historia.

Edgardo Mecozzi reflexionó con cierta nostalgia sobre aquellos primeros años y la representación del astro brasilero en películas. “Te digo la verdad, yo miré algunas películas de Fórmula 1 y no me gustaron ninguna. En la ficción te cuentan lo que quiere el autor, pero esa no es la realidad”, concluyó. Quien guarda en su memoria el recuerdo de un joven prometedor que, con el tiempo, alcanzaría la inmortalidad en el automovilismo mundial.