Zaira Aranda, primera concejala trans de la provincia: "Tenemos que acompañar al colectivo, no utilizarlo para hacer campaña”
Tiene 37 años y hace 10 que trabaja en política. Nació y creció en Romang, se fue algunos años a otras ciudades, pero decidió volver y ayudar a cambiar la realidad de las personas en su localidad. “Yo vengo a cambiar la forma de hacer política”, dijo.
El domingo 10 de septiembre, la lista de Juntos Avancemos que encabeza Zaira Aranda ganó la elección al concejo de la ciudad de Romang. Ella se convirtió en la primera concejala trans de la provincia de Santa Fe y visibilizó que en la política, como en todos los ámbitos de la sociedad, el colectivo trans puede y debe ser parte.
A Zaira la eligió la gente, su comunidad. Ganó la elección con el 48,48% de los votos, derrotando a Adriana Patricia Verdún de Unidos para Cambiar Santa Fe, frente que gobierna la ciudad. “Somos una lista de gente trabajadora, sin título pero buena y con mucha vocación social”, indicó la nueva concejala de 37 años que lleva más de diez trabajando en política. Sus inicios fueron en la subsecretaría de Diversidad Sexual de la gestión de Miguel Lifschitz y hasta ahora continuaron en la asociación civil Innovación Social.
Nació y realizó todos sus estudios primarios y secundarios en Romang. Luego decidió irse a Rosario y Buenos Aires en busca de “nuevas oportunidades”, pero hace ya varios años que decidió volver a su ciudad. “Me di cuenta que con más experiencia acá podía tener las mismas oportunidades y generarlas para los demás, y le debía mucho a esta localidad”, confesó.
“Soy apasionada y me gusta ir siempre por el sendero del buen diálogo, quiero que la gente se involucre”, sostuvo la mujer que no se considera una política tradicional. Por eso, indicó que la viene a cambiar: “Quiero transformar el modo de hacer política, quiero trabajar para la gente y no para los políticos”.
Su visión política
Para Aranda, lo que más se necesita ahora es contención social. La concejala conoce bien a la localidad y sus necesidades porque es presidenta de la asociación que gestiona becas, programas, trabajo y ayuda social. “No somos solo una asociación para el colectivo trans, sino que ampliamos el abanico e incluimos y trabajamos con todas las personas que quieran formar parte y que se acerquen a pedirnos ayuda”, explicó.
Para ella, el gran problema de la política argentina es que está “vieja” y quedó en el pasado. “La política pública debe estar para acompañar y contener”, afirmó. Como los habitantes de la ciudad conocen el trabajo que viene haciendo hace tantos años, decidió no realizar campaña con cartelería y publicidad en esta elección. “Trabajamos todo el año con y para la gente y ahora no queríamos salir a molestarla, no pusimos cartelería ni hicimos mucho marketing”, indicó. “Estuvimos cara a cara todo el año trabajando y solucionando problemas, la gente me conoce, yo trabajo en la asociación y hasta saben dónde vivo y cómo es mi casa porque muchas veces atiendo ahí”, aclaró.
La representante de Juntos Avancemos contó que decidió donar su sueldo y que invitó a los demás candidatos a un debate público, que no aceptaron. “La gente me comparaba con (Javier) Milei, pero somos muy diferentes porque yo soy de barrio y creo en las oportunidades”, advirtió.
A su idea de política y de gestión la define por dos cuestiones básicas. La primera tiene que ver con el diálogo y el respeto. “Yo no quiero confrontar con otros partidos, desde mi banca quiero acompañar y aconsejar”, apuntó y aclaró que a las demás personas que ocupan cargos también las eligió la gente y hay que respetar el voto popular.
En segundo lugar, la nueva concejala de Romang precisó que su trabajo va a estar orientado al protagonismo de los habitantes. Por eso, el primer proyecto que le gustaría discutir y concretar es la creación de comisiones barriales. “Los vecinos conocen sus barrios, saben qué necesitan y pueden tomar decisiones que tengan que ver con políticas como el alumbrado, el cuneteo, las cloacas u otras obras”, detalló.
Sin discriminación
Además de vivir y criarse en la ciudad, Zaira lleva muchos años trabajando para la gente. Si bien los tiempos cambiaron, ella sostiene que nunca recibió una falta de respeto ni discriminación por ser parte de la comunidad trans. “Le gente a nosotros nos respeta porque nos ve trabajando, siempre que necesitó algo, ‘los putos’ estuvieron: cuando no tenían trabajo, cuando necesitaban un programa o gestionar una beca, ‘los putos’ estuvieron”, sostuvo.
Por otro lado, señaló que es necesario hacer cosas por la gente y no quedarse solamente con el discurso. “Tenemos que acompañar al colectivo, no utilizarlo para hacer campaña”, indicó. “Logramos que más del 95% de la comunidad deje de trabajar en la calle y termine la secundaria”, contó y afirmó que ella no usa la bandera de la diversidad sino que lucha porque no haya discriminación.
Para Aranda, el objetivo principal de la política y de quienes ocupan cargos representativos tiene que ser la búsqueda de igualdad de oportunidades. “No queremos que nadie pierda derechos, sino que haya más oportunidades para todos”.