El profesor Federico Antoniasi, jefe del archivo histórico del Museo local, realizó un repaso en los micrófonos de ‘El equipo de la mañana’ por algunas de las tormentas más significativas que han afectado a Casilda y la región, dejando graves destrozos a lo largo de los años. El último registro trascendente se remonta a 39 años atrás.

Entre los antecedentes más impactantes, Antoniasi recordó la tormenta de enero de 1986, que tuvo una magnitud similar a la del pasado 27 de marzo. La prensa de la época reportó vientos huracanados y precipitaciones abundantes que ocasionaron enormes pérdidas y daños materiales. "Fue un momento muy duro en el cual hubo que realizar evacuaciones de personas que estaban en zonas críticas. Además, hay que aclarar que la ciudad no tenía la expansión que conocemos hoy", señaló.

Durante aquel temporal, la estructura de silos situada sobre el bulevar Tomat fue arrasada por el viento y terminó dispersa en campos cercanos. También se registraron cortes de ruta en los accesos a la ciudad por RP92 y RN33. Además, se desplomaron partes del tapial del club Defensores de Banfield y de la vieja cancha de Huracán de Casilda, ubicada en Plaza Rivadavia.

Otra tormenta recordada ocurrió en 1971, cuando una intensa lluvia provocó el desborde de lo que hoy se conoce como el ‘Canal Candelaria’, dando lugar al conocido ‘Casildazo’. El agua llegó incluso a la zona céntrica, afectando calles como Estanislao Zeballos.

Más cerca en el tiempo, en 2019, un temporal derribó el eucalipto que Jorge Luis Borges había plantado en Plaza Casado de los Mástiles, marcando otro episodio significativo en la historia climática local.

En 2017, la región fue testigo de la famosa tormenta de tierra, que tuvo consecuencias trágicas, incluyendo la muerte de un chofer de transporte en el camino que une Fuentes con Casilda. Esta tormenta se extendió también a las localidades de la Ruta 9.

Por último, en noviembre de 2006, una intensa granizada generó importantes destrozos en vehículos y en la zona rural. Sus efectos fueron tan severos que incluso se sintieron con fuerza en la ciudad de Rosario.