Ezequiel Lazo, una garantía de gol en las finales
El jugador más temible que tiene la Liga Casildense cuenta con asistencia casi perfecta en las finales. Ha convertido en siete de los ocho encuentros cumbre que disputó
Se terminó otra temporada de la Liga Casildense. Esta vez más temprano que tarde. La imagen se repite. El pueblo Azul delirando e invadiendo el campo de juego. Todos quieren abrazar al centrodelantero tenaz que hizo el gol del campeonato. Con el mismo nombre y apellido. Ezequiel Lazo, el que nunca te deja tirado.
El rosarino volvió a ser el máximo artillero en un año calendario, tal cual ocurrió en los dos certámenes anteriores. Pero lo que más sorprende de su capacidad para convertir, es que lo hace en los momentos más trascendentes. Provoca los gritos que más aturden y llena los ojos de lágrimas con emoción.
Huracán de Chabás volvió a sufrirlo en carne propia. En el 2021, el Zapatudo llegaba con ilusión luego de varios años de sequía. Pero se encontró con un Belgrano intratable, que le ganó la primera definición en Arequito por 3 a 0, con doblete del artillero. En la vuelta, otra vez Lazo anotó el único grito sagrado para sellar la historia.
Volvió a suceder en este 2023. El ex Rosario Central y Sportivo Las Parejas dejó su marca en la red en el juego que se definió por la mínima en el Nuevo Charquito y sumó otro más en la revancha del pasado domingo. Cien por ciento de efectividad contra el Globo.
¿Casualidad? Para nada. En la definición del Torneo Apertura de este año, Lazo también apareció para dejar sin chances a Racing. Abrió la cuenta en Villada, en un pleito que se definió por 2 a 1. En la revancha, le regaló otro acierto a sus hinchas, para repetir la faena.
La enorme tarea del delantero de Belgrano se completa con lo que sucedió en las finales del Clausura 2022. El bombardero fue autor del segundo tanto en el 3-0 que Belgrano le propinó en la revancha a Atlético Chabás. En la ida en el Cemento se dio toda una curiosidad, terminaron empatando sin goles y fue la única vez que Lazo se fue de una final sin poder marcar.