El periodista e instructor en ceremonial y protocolo, Darío Maruco, charló con ‘El equipo de mañana’ y se hizo eco de algunas imágenes que suelen repetirse en las canchas donde juega la Selección Nacional y cada vez que hay festejos por la obtención de los títulos. “No es algo solamente que parte de un capricho, sino que está reglamentado. El mal uso de los símbolos patrios incluso está penado por la ley”, argumentó el entrevistado.

En diálogo con el colega Martín López, el especialista comenzó aclarando que cree en la buena fe de las personas y la mayoría de los malos hábitos se realizan desde el desconocimiento y con la intención de demostrar un afecto con el símbolo patrio. Sin embargo, la bandera oficial de la Nación, el escudo y el himno, forman parte de un selecto grupo de insignias que debe ser muy respetadas.

La legislación oficial comenzó en 1985, con la vuelta la democracia y bajo la presidencia del doctor Raúl Alfonsín. En ese momento, se hizo una distinción entre la bandera oficial -la que lleva el sol en el medio de las tres franjas- y de ornamentación. Esta última es la que debe utilizarse para decorar balcones, ser flameada a mano o incluso llevarla colgada como una prenda más.

Es muy común que al hincha y al ser argentino le gane la euforia. De todas maneras, hay acciones que están penadas por ley. Por ejemplo, inscribir el nombre de una empresa o partido político en la bandera Argentina. Lo cual está tipificado como un delito.

Por otra parte, Maruco comentó: “El himno no se puede tararear, ni bailar, muchos menos interrumpir. Es preferible no cantarlo”. Algo que también se ve tergiversado en los escenarios de cancha.

Otras consideraciones

  1. La bandera oficial de Argentina tiene dos franjas celeste y una blanca, de manera alternada. Con un sol en el medio, con tiene 16 rayos flamígeros y otros 16 rectos. 
  2. Las banderas que están sometidas a un desgaste deberían ser cambiadas. No pueden estar flameando en un mástil. Deben ser cambiadas.
  3. Se puede aplaudir en los actos, tanto cuando ingresa como cuando se retira la bandera de ceremonia. Puesto que lo que se destaca es su paso y funciona como una reverencia.
  4. La bandera no se puede izar bajo techo, tiene que ser siempre al aire libre. Cuando está en un recinto cerrado, debería permanecer en alto de forma permanente.
  5. La bandera de ceremonia es de paño, doble, con determinadas medidas y estándares que se fijaron por Decreto Presidencial Nº 1650, el 23 de noviembre de 2010. Allí se refiere incluso el color celeste específico de la primera y tercer franja.