En diálogo con ‘El equipo de la mañana’, el secretario general de UOM Casilda, Juan Storlini se refirió a los números semestrales que marcaron una caída del 17% sobre la actividad metalúrgica. “Hay una baja en general que venimos charlando con las distintas seccionales. Si hablamos del plano local, no se ha modificado demasiado. La capacidad instalada están muy por debajo de lo que podría producirse”, sentenció el referente en charla con el periodista Martín López.

Más allá de contexto de adversidad, las empresa de la zona han podido mantener a su personal trabajando ocho horas. Incluso el sector de maquinaria agrícola experimentó un leve repunte, no demasiado marcado. “No tenemos empleados suspendidos en todo el Departamento Caseros. Hay sólo una firma que continúa con un proceso de disolución”, recordó el entrevistado.

Por otra parte, aclaró que los análisis se hacen día a día y que todavía no están observando alguna política que los haga pensar en una pronta levantada. En ese punto, Storlini añadió: “Todo el empresariado está aguardando que esto rebote en algún momento. No sé hasta cuando se podrá sostener. Necesitamos ver mayores señales de recuperación”.

Finalmente, el representante del sector metalúrgico aseguró que el último eslabón de la cadena es que el más sufre. “Lo que está costando recuperar es el salario del trabajador”, ponderó. Detallando que el mínimo global garantizado para un empleado de la categoría más baja no supera los 656 mil pesos brutos. Cifra que se reduce casi un 20% por deducciones sociales.

Para Storlini hay cuestiones básicas que deben darse para que el panorama cambien. Sobre todo, la reactivación de la obra pública y contexto más favorable en el agro para la liquidación de granos.