Este lunes 31 de octubre pasó a la historia para quienes transitan cada día la calle Buenos Aires. Porque fue la última jornada en la cual mantuvo sus puertas abiertas el Kiosco 25 de Mayo. El mítico lugar donde se comercializaban diarios, revistas, historietas, libros, enciclopedias, bajó la persiana definitivamente.

Pilas de papel y tinta han pasado por ese negocio tan particular, con un pasillo angostos y una vidriera con las últimas novedades. Los memoriosos aseguran que fueron más de siete décadas en las que se mantuvo en pie. Primero bajo la tutela de la familia Mazzuco, y luego con los miembros de la familia Swirido. 

María Elena ha sido el último eslabón en esta larga cadena. Se quedó al mando luego del fallecimiento de esposo, pero conocía el rubro desde hace más de 40 años porque también lo manejaron sus suegros. Por aquellas épocas, se iniciaba con el reparto bien temprano en la madrugada.

"La tecnología fue aplastando las ventas diarias. Fue algo que se venía planeando, pero me costaba mucho poder soltarlo", admitió la última dueña del Kiosco 25 de Mayo. Incluso todavía quedaban clientes fijos que fueron a buscar 'La Capital' o 'Clarín' hasta el último día.

Un universo didáctico y práctico, para los lectores ávidos y para quienes tienen como hobby coleccionar recortes. Para los que quería ver su foto en las páginas y para quienes soñaban con estar en las revistas de espectáculo. También para los que encontraban juegos de ingenio, palabras cruzadas o coleccionaban libros de antología.

Se terminó la era del Kiosco 25 de Mayo. "Este lugar marcó una huella, me quedo con eso", sintetizó María Elena antes de apagar la luz y leer la última página.

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