En el marco de la política pública para la prevención del delito que el Gobierno de la provincia de Santa Fe lleva adelante, se inició el viernes la entrega de motos a la Policía. Se trata de un total de 500 motos tipo enduro, de entre 245 y 275 cm³ de cilindrada, con equipamiento lumínico, de protección personal, baulera y ploteados, destinadas a tareas de patrullaje. Este equipamiento se suma a los 940 patrulleros que se están entregando a las distintas unidades regionales.

En este contexto, el Ministerio de Justicia y Seguridad entregó las primeras motos el viernes. En esta primera entrega, se otorgaron cuatro unidades en Cayastá para el departamento Garay; cuatro en Romang para el patrullaje en el departamento San Javier; y ocho unidades en Avellaneda para el departamento General Obligado. Durante las semanas siguientes, continuarán las entregas en el resto de la provincia.

Al respecto, el ministro de Justicia y Seguridad, Pablo Cococcioni, destacó que "cada una de estas unidades requirió una inversión de 13.500 dólares, lo que también refleja la decisión de ejecutar hasta el máximo posible todo el presupuesto asignado para seguridad. Estamos comprando 940 autos que aún no hemos terminado de entregar y ya comenzamos con las 500 motocicletas. Además, para fin de año, llegarán pick-ups, 29.000 uniformes para toda la Policía, el Servicio Penitenciario, armamento, equipos de seguridad y municiones, todo lo que la policía necesita para salir a la calle".

"La compra de estas motocicletas fue pensada para el patrullaje urbano. Se consultó con integrantes de la Brigada Motorizada para conocer cuáles eran las condiciones que necesitaban para su misión y convertir estos vehículos en una verdadera herramienta de trabajo", explicó Cococcioni.

Detalle de las unidades

Se trata de motos tipo enduro, de entre 245 y 275 cm³ de cilindrada, con equipamiento lumínico, de protección personal, baulera y ploteados, destinadas a tareas de patrullaje de la Policía de Santa Fe. Entre el equipamiento adicional, se pueden mencionar dos faros azules de tres lámparas LED destellantes colocados en la defensa delantera; un faro azul de tres lámparas LED destellantes colocado en la parte delantera de la motocicleta, cerca del faro principal y de las luces de giro; dos faros azules de tres lámparas LED destellantes colocados en la parte delantera de los cubremanos; un faro azul de seis lámparas LED destellantes colocado en la parte trasera de la motocicleta; y una sirena electrónica microprocesada de siete tonos ubicada en la parte delantera de la motocicleta.

Además, cuentan con un comando digital de luces para todo el equipamiento lumínico y la sirena; provisión de cascos del tipo rebatible o extraíble de color negro; y bauleras portaobjetos con una capacidad de al menos 25 litros instaladas en la parte trasera de la motocicleta.