Este domingo, el barrio Yapeyú estará de fiesta. El Potrero, la emblemática canchita ubicada en la intersección de Magaldi y Mitre, cumple diez años desde sus inicios. Lo que comenzó como un simple espacio para intercambiar figuritas se ha transformado en un verdadero símbolo de la comunidad, un lugar donde los chicos encuentran alegría, camaradería y juegan a la pelota.

El origen de El Potrero es casi anecdótico. En aquellos días, ‘Chubi’ Otarola, vecino apasionado por el fútbol, solía reunirse con los niños para coleccionar las figuritas del Mundial 2014 que se jugó en Brasil. Pero todo cambió tras la dolorosa derrota de la Selección Argentina ante Alemania en la final. Ese momento fue un punto de inflexión, porque sintió la necesidad de hacer algo más por los ellos, de devolverles la alegría que se había perdido en esa fatídica noche.

Así nació El Potrero, un espacio que, más allá de ser solo una cancha, se convirtió en un refugio para los sueños y esperanzas de los jóvenes de Yapeyú. Durante estos diez años, el lugar ha visto crecer a muchos de ellos, quienes encontraron en ese terreno polvoriento no sólo un sitio para jugar al fútbol, sino también un espacio de pertenencia. 

Por El Potrero pasaron reconocidos personajes locales y de la zona, incluido el actual entrenador de la Selección Nacional, Lionel Scaloni. Siempre con la proeza de darle vida. 

Este domingo, como todos los años, la celebración será sencilla pero significativa. Habrá una torta, un par de partidos de fútbol, y ese rato compartido que, como bien dice Otarola, "nos hace tan bien". 

El alma de El Potero aseguró que cada año que pasa simboliza la "tranquilidad de haber bancado siempre", de haber mantenido viva la esencia de lo que es ese terreno. Un lugar donde los sueños se juegan en cada partido improvisado.