Giro inesperado en un caso de disputa familiar, que inicialmente fue desestimado en el Juzgado de Familia, y terminó en el ámbito penal con medida cautelar y prohibición de contacto. La situación generó preocupación entre especialistas y fue objeto de análisis por parte del Dr. Roberto Casadei: “El padre de un menor ha utilizado la justicia penal para su propio beneficio, resultando en la pérdida de contacto entre madre e hijo”, dijo.

El Dr. Casadei compartió su perspectiva en diálogo con el periodista Martín López en Radio Casilda. Relató que tras la desestimación de una denuncia inicial, el abogado del padre recurrió al fiscal para que interviniera en la causa. Como resultado, la justicia penal dictó una prohibición de contacto que ha separado a la madre de su hijo durante casi un mes. Según el abogado, esta medida ha dejado al menor bajo la custodia de su padre.

"Estas problemáticas deberían resolverse en el Juzgado de Familia, donde se cuentan con todos los recursos adecuados para tratar estos casos. El padre, de manera egoísta, utilizó la justicia penal para su propio beneficio, resultando en la pérdida de contacto entre madre e hijo. Este no es el ámbito adecuado para resolver cuestiones de tenencia, especialmente cuando se trata de un menor que ha estado involucrado en un incidente menor hace dos años y se mantenía una tenencia compartida", explicó Casadei.

El abogado también destacó que la madre ha sido víctima de violencia doméstica, una situación que, según él, ha sido ignorada en el proceso penal. "El niño se ha convertido en un trofeo en medio de este conflicto. La madre, que ha permanecido sumisa y nunca ha hablado abiertamente sobre los problemas, ahora enfrenta una prohibición de ver a su hijo, a pesar de haber denunciado violencia sufrida en el entorno familiar", enfatizó Casadei.

La medida cautelar fue dictada por la Jueza Minetti, quien, según Casadei, no debió intervenir en un caso que se enmarca claramente en el ámbito de la familia. Este caso ha sido calificado de inédito por el abogado debido a su singularidad y la forma en que la justicia penal ha manejado una situación que, a su juicio, debería haber permanecido en el ámbito de los juzgados especializados en derecho familiar.