Este jueves, un vecino de la cárcel reportó el hallazgo de una paloma mensajera en el patio de su casa, ubicada en Roque Sáenz Peña 1800, a aproximadamente 300 metros de la Unidad Penal Nº 1 en Coronda. Los efectivos policiales encontraron que uno de los envoltorios estaba fijado a una de las patas del ave, y dentro de él se hallaron 75 pequeñas bolsitas de cocaína.

Según fuentes del Ministerio de Seguridad, el ave doméstica llevaba adherida a sus patas una encomienda que contenía 78 envoltorios de menos de un gramo de cocaína. El total de la droga hallada en la paloma asciende a 45 gramos. El hallazgo se realizó en un contexto en el que ya se han reportado al menos tres casos similares durante el año.

El ejemplar de paloma, que parecía haber llegado cerca de su destino, no logró completar su misión, posiblemente debido al peso de los envoltorios de droga. Los efectivos policiales encontraron que uno de los envoltorios estaba fijado a una de las patas del ave, y dentro de él se hallaron 75 pequeñas bolsitas de cocaína.

El procedimiento realizado por la Policía local incluyó el secuestro de la droga y la investigación de cómo la sustancia llegó a la paloma y cuál era su destino final. Este incidente subraya la persistente problemática del tráfico de drogas y las innovadoras, aunque inusuales, estrategias utilizadas por los delincuentes para intentar eludir la seguridad.

Las autoridades continúan investigando el caso, mientras se refuerzan las medidas de seguridad en las cercanías del penal para prevenir futuros incidentes de este tipo. La aparición de narcopalomas pone de manifiesto las crecientes y cada vez más sofisticadas tácticas empleadas por los traficantes para introducir sustancias prohibidas en áreas restringidas.